Siempre hay una vez para todo! Y seguro que también habrás coincidido alguna vez en tu vida con un jefe exigente!

La mayoría de las veces, en nuestra rutina diaria, nos esforzamos por trabajar duro para nuestros clientes y desarrollar nuestra tarea con máxima profesionalidad.

No obstante, pasamos por alto que nuestros jefes y compañeros, también son clientes; éstos internos.

Os hago partícipes de una guía de métodos ineficaces, a los que muchos de nosotros recurrimos y que no nos aportan soluciones.

Guía de métodos ineficaces:

Lo que tienen en común estos métodos es que suelen hacer que el problema se agrande.

1.-El método “almorrana”: sufrir en silencio.

El permanecer en silencio y no hablar nunca del tema, hace que el problema se adueñe de tu día a día amargando tu actitud.

2.- El método “víctima”: el pobre de mi.

Quién no conoce a alguien así!

Son aquellos que se quejan todo el día, a todo el mundo…sin embargo son incapaces de decirle su queja a su jefe. Este es el “país de de las excusas”. Siempre se tienen mil excusas, de todo tipo, para justificar el por qué es imposible hacer algo. Muchas veces la relación jerárquica entre el jefe y el empleado hace que se tengan problemas de inseguridad, de comunicación.

Desgraciadamente los problemas no desaparecen al evitarlos; al contrario, el problema suele hacerse más grande cuando no actúas, ni haces nada. La solución pocas veces viene por sí sola, salvo si tu jefe desaparece de la empresa.

Quejarse a los demás tampoco es eficaz porque estás emitiendo una señal equivocada a tus compañeros, pueden pensar: “y porque me lo está comentando a mi?”, o,… “…jolin ahí está otra vez el señor quejica”, incluso la situación puede ir a peor, si es tu jefe quién sabe de tus quejas a través de otros!

La verdad es que a nosotros los trabajadores, no se nos da nada mal, lo de inventar excusas!

La mala suerte es que, para nuestra “desgracia”, la mayoría de los jefes saben diferenciar lo que es verdad de lo que es mentira.

El resultado es que ve al trabajador como débil.

Algunos comerciales son más asertivos, y eligen atacar al otro para eludir sus responsabilidades, ejemplos como: “ eres un mal jefe o no tienes ni idea de cómo motivar a tu equipo”, suelen aflorar en momentos de tensión al expresar algún problema…

Aún teniendo razón, no sería muy inteligente por tu parte explicar tus emociones  de esa forma; tu jefe suele tener  más poder sobre ti.

Normalmente los humanos no solemos olvidar estas frases, y tarde o temprano acabamos vengándonos, y lo normal es que el “inferior” salga perdiendo: salvo si sabe explicar bien su crítica.

Métodos eficaces: entonces que tienes que hacer?

He relacionado una serie de métodos que sí son de verdad eficaces!:

1.- habla del problema de inmediato.

Separa la conducta de la persona.

2.-Vincula la crítica a otros temas que tu jefe sí está haciendo bien.

Hace unas semanas en Zaragoza expliqué esta técnica. Consiste en primero decirle a tu jefe algo que sí esté haciendo bien, algo positivo de él y luego algo negativo y alternas. Al comentarlo en la formación, uno de los participantes dijo que esto era como una hamburguesa así que ahora se llama la “técnica de la hamburguesa”.

3.-Propón una solución.

Así tu jefe sabrá claramente lo que quieres conseguir.

Construye tu solución con argumentos válidos.

Presenta el problema como un problema conjunto y no como culpa de tu jefe. Intenta ponerte en su situación y respeta la posible presión que están ejerciendo sobre él.

4.-Concéntrate en la perspectiva del management ( del jefe): A mi que me aporta esta solución?

“Cómo se lo dices?” Un ejemplo de cómo hacerlo sería:

Imagina que tu jefe de forma regular te acompaña cuando tienes que hacer una presentación a otros departamentos o a otros clientes. Después de la presentación hace una evaluación de tu labor, y cada vez tiene un listado eterno de temas a mejorar. En este caso puedes decirle lo siguiente:

“ Maria, me encanta tus observaciones puedo aún aprender mucho de ti y cuando me estás haciendo esta valoración o coaching, me pones simultáneamente varios puntos de mejora a la vez. Si atiendo a todos ellos de manera conjunta, se me hace difícil concentrarme y llevarlo a la práctica y tengo bastante probabilidades de seguir cometiendo errores.

Podría aprender y avanzar mucho más rápido si te centrarás en un solo punto de mejora…qué te parece esta propuesta?

Piénsalo…tienes que vender tu idea a tu jefe, casi es como una conversación de venta con tu jefe.

5.-Profundiza en sus motivos personales.

El objetivo más importante de tu jefe es tener trabajadores eficaces. Este argumento es el que debes utilizar. Así que, aceptará tus propuestas, si cuando le propones algo, va orientado a convertirse en una solución válida e interesante para ambos.