Qué hacer con jefes muy exigentes

jefes exigentes

¿Quién no se ha encontrado alguna vez con un jefe exigente?

Muchas personas hacen cualquier cosa para tratar a sus clientes, pero olvidan que nuestros managers y compañeros también son clientes, en ese caso internos.

Cuando te encuentras ante este tipo de situaciones, solemos utilizar siempre métodos poco eficaces y que dan un mal resultado porque suelen hacer el problema más grande.

1. El método de sufrir en silencio. Nunca hablar sobre el problema. Dejar que el problema te supere por dentro y consiga amargar tu actitud.

2. El método del pobre de mi. Quejarse constantemente a todo el mundo, pero no hablar sobre el tema con tu jefe.

Vivimos educados en muchas ocasiones por la utilización de las excusas. Siempre nos amparamos en mil razones que justifican porque es imposible hacer algo para solucionar este tema: mi jefe es un ogro, nunca escucha a nadie…

Desgraciadamente el problema suele hacerse más grande sino haces nada. La solución pocas veces viene de por sí, salvo que tu jefe deje la empresa.

Quejarte a tus compañeros, tampoco es eficaz porque estas emitiendo una señal equivocada y puedes alimentar si esa conducta se reitera en el tiempo que tus compañeros te tomen por un quejica o un pesado… o peor aún: que le cuenten a tu jefe todo lo que vas diciendo…

Algunos comerciales son más asertivos e intentan cuando se atreven a hablar con su jefe esgrimir un ataque mejor definido y dicen: eres un mal jefe o no tienes ni idea de cómo motivar a tu equipo…

Aun si tuvieras razón con esta frase; la forma en que expresas tu emoción no es la más adecuada.

No hay que olvidar que el trabajador siempre es la parte más débil y por defecto, suelen salir perdiendo. Salvo que sepa explicar muy bien su crítica.

Entonces, ¿qué tienes que hacer? ¿Qué métodos funcionan eficazmente?

1. Habla del problema de inmediato.

Y para ello, separa la conducta que te disgusta, de la persona.

2. Vincula la crítica a otros temas que tu jefe sí está haciendo bien.

Intenta ser equitativo, no restes importancia a los buenos gestos o hechos de tu manager y sé objetivo en cuanto a los puntos de mejora.

3. Propón una solución.

De esta manera tu jefe sabrá claramente lo que quieres conseguir. Construye tu solución con argumentos válidos. Presenta el problema como un problema conjunto y no aludas exclusivamente a que la culpa de todo la tiene él. Intenta ponerte en su lugar y respeta la posible presión que estén ejerciendo sobre él.

4. Concéntrate en la perspectiva del management: ¿A mí qué me aporta esta solución?

Aquí la cuestión es cómo plantear este tema. ¡Te cuento cómo hacerlo!

Supongamos que tu jefe te acompaña de manera habitual a las presentaciones que haces ante otros departamentos o clientes. Después de la visita, acostumbra a hacerte una evaluación de la presentación y tiene un eterno listado de temas a mejorar.. En este caso, pese a sentirte desmotivado, puedes decirle lo siguiente:

“ Juan, me encanta tus observaciones. Puedo aprender mucho de ti cuando me aconsejas sobre mis puntos de mejora. No obstante, sería mucho más eficaz si en vez de señalármelos todos a la vez, pudieras centrar tu atención en dos o tres por visita. De esta manera podría concentrarme en solucionarlos y cometer menos errores en la próxima visita. Creo que puedo aprender y avanzar mucho más rápido de esta forma.” ¿Qué te parece esta propuesta?

En realidad lo que estás haciendo es mantener una conversación de ventas con tu jefe.

Profundiza en sus motivos personales. En realidad su objetivo, el más importante es tener trabajadores eficaces y motivados. Expresando tu queja de la manera anterior, entenderá que tu objetivo también es el mismo que el suyo. En resumen, los dos salís ganando.

Una Respuesta para Qué hacer con jefes muy exigentes

  1. En las discusiones y disputas hay que tener sabiduría e inteligencia procurando comprender el punto de vista y los intereses del contrario. Si puedes concédele la parte de razón que sinceramente pienses que tiene. Después, defiende con firmeza y claros argumentos tus ideas, pero sin caer jamás en la descalificación ni perderle el respeto, porque te lo perderás a ti mismo.Saludos

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